Virtud y Vocación

Las preocupaciones y los enojos son de la mente, se provocan desde los pensamientos de cualquier tipo y sin discriminación, pues la mente lo cualifica y lo cuantifica todo, la mente es el anciano hambriento que se alimenta de las contradicciones y  necesita comprender el porqué, el cuánto, el cómo, el para qué sirve, es el almacén de datos que controla nuestra vida y nos inventa un sistema de creencias induciéndonos a “pensar” que creamos vida y definitivamente es muy capaz de destruirnos casi sin darnos cuenta.
El ojo humano, no puede sondear ni lo microscópico ni lo macroscópico, no puede leer el misterio del virus…o del átomo, ni siquiera el universo estelar…Sólo los sabios tienen la capacidad de experimentar la divinidad mediante la visión del conocimiento adquirido, desde la observación que se vive del dharma.

El dharma es la virtud, es como una voz que nos indica la vocación de cada ser y del universo.

“No podemos vivir el atardecer de la vida con el mismo programa que la mañana, pues lo que en la mañana era mucho, en el atardecer será poco, y lo que en la mañana era verdadero, en la tarde será falso”
Carl Gustav Jung
“Hay un lugar en nuestro interior más profundo que quiere sentirse realizado, que quiere saber que su vida ha marcado una diferencia, que ha dejado este lugar, este planeta donde ha vivido mejor que cuando llegó, que ha conmovido profundamente la vida de alguien con su existencia. Todos queremos eso. No es una cuestión de edad ni de encontrase a uno mismo. Seas quien seas, tengas la edad que tengas, sólo estás a un pensamiento de cambiar tu vida”. Wayne W. Dyer
Nada está perdido si se tiene el coraje de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo. Julio Cortázar
En realidad, no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de nosotros. Que dejemos de interrogarnos sobre el sentido de la vida y, en cambio, pensemos en lo que la existencia nos reclama continua e incesantemente. Víctor Frankl