Pilates solía decir: «para respirar correctamente, se debe inhalar profundamente y luego exhalar todo el aire de los pulmones como si se estrujara un paño mojado».
Con esta frase tomamos conciencia de la atención que debemos prestar a la respiración cuando estamos realizando actividad física, en este caso, Pilates. Una inhalación y una exhalación completas y conscientes ayudan a que el sistema circulatorio nutra todas las células con sangre rica en oxígeno permitiendo y potenciando la limpieza del organismo liberando impurezas y residuos. Otro beneficio lo obtenemos es el sistema nervioso central, respirar de forma correcta ayuda a mantener el equilibrio en este sistema. Por otro lado, el dominio de la respiración fortalece la mente, ayuda a concentrarse y, por tanto, a mejorar la ejecución de cualquier actividad física que realices. Una inhalación y exhalación completas incrementan la capacidad pulmonar, mejorando oxigenación y movimiento.
En Pilates la respiración es costal. Se marca especial énfasis en la expansión lateral de la caja torácica. Inspirar tratando de llevar el aire hacia las costillas y espalda, abriéndolas lateralmente, provocando así un estiramiento de los músculos intercostales. Debemos tener en cuenta que, cuando inhalamos, el diafragma tira de los pulmones hacia abajo para permitir la entrada de aire, por lo que el abdomen estará algo más distendido que en la exhalación, mientras que en ésta, el diafragma subirá y la columna se flexionará ligeramente.
En otras disciplinas deportivas el vínculo entre la respiración y la acción no es importante, en Pilates, sin embargo, cada movimiento viene acompañado de una respiración consciente y activa. Existen muchos ejercicios que durante su ejecución requieren mantener un patrón determinado de inhalación y exhalación. Otro de los objetivos de llevar una respiración consciente en el movimiento es conseguir mayor estabilidad del «Centro» o «Core», que son los músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna.
La técnica de respiración Pilates requiere tiempo para ser dominada y debería practicarse tan a menudo como fuera posible. Cada ejercicio comienza y acaba con un patrón de respiración consciente y cada ciclo de respiración se coordina con un movimiento específico. Aunque todo esto que practicamos en las sesiones de Pilates tenemos que trasladarlo fuera del aula, tanto la higiene postural como la respiración consciente, puesto que el objetivo es en nuestro día a día tener una forma correcta de respirar.