Unión y conexión

Todas las personas elegimos un estilo de vida y sin darnos cuenta o importancia, ese estilo de vida viene a gobernar nuestra estructura corporal y los comportamientos que serán repetitivos en el transcurso del diario vivir. Nos sentamos de la misma manera y adoptamos posturas corporales repetidamente permitiéndonos una aparente normalidad y tranquilidad en nuestra vida, sin darnos cuenta que dichos hábitos posturales o estructurales están directamente condicionando nuestra psicología, la cual expresamos como una filosofía o sistema de creencias y es ahí  que nuestra calidad de vida se ve condicionada, precisamente y curiosamente, por nuestra postura corporal , así pues modificar paulatinamente nuestros hábitos, costumbres y posturas corporales nos pueden ayudar a cambiar lo que necesitemos en nuestro entorno, como dicen los eruditos; “si cambias tu manera de mirar las cosas, las cosas que miras cambian”.

En el proyecto de yoga se trata de activar la conciencia corporal, la conciencia de respirar además del entorno que nos rodea e integrar una conciencia emocional que permita la integración cuerpo-mente-emoción y de forma fácil descubrir cuáles son las posibilidades que ayudan a gestionar la vida.

Por tratarse de un proceso de crecimiento personal, necesitamos un tiempo de realización, para que desde el hábito de la práctica, cambiemos estados de conciencia y mejorar la calidad de vida.

Hay que “des-aprender “muchas cosas; modelos, pautas, descripciones, filtros socio-culturales, clichés familiares, en definitiva hay más que des-aprender que aprender, hay que despojarse de muchas cosas para poder aprender a encontrarnos a nosotros mismos.

El sentimiento de soledad es una dificultad, nos sentimos solos la mayoría del tiempo, creemos falsamente que las demás personas llenarán nuestros vacíos, ahora bien, si desarrollamos nuestro innato sentido místico, nos damos cuenta de que no estamos solos, que formamos parte del universo. Las personas creemos que va a llegar alguien a nuestra vida para disolver nuestras complejidades y lo que en realidad ocurre es que añadimos las suyas a las nuestras.

Si queremos efectuar una transformación esencial hemos de priorizar la paz interior, la salud psíquica, por supuesto la salud física y gestionar mejor la relación con los seres queridos. Aprendamos de nuestros errores, porque la verdadera felicidad, dicen, que es la paz interior.

NAMASTE.