Un día sin pretenderlo, aunque sí buscando, me ofrecieron esta posibilidad, Sentir. Y de repente con esta invitación se hace el silencio, estás parado y recordando, ¿Cuándo ha sido la última vez que he sentido, que he conectado con la emoción?
Y rápidamente surge una respuesta, no he tenido tiempo de parar, de darme cuenta, de observar cuando ha sido la última vez que me he permitido sentir. Y es verdad que la actividad de cada día nos dificulta este regalo que tenemos el ser humano, la capacidad de sentir. Por el trabajo que me absorbe, por la familia, por las tareas de casa, por…por… Porque me he olvidado de quien soy y qué es lo que realmente deseo vivir.
¿A sentir? Sí, a vivir momentos reales, irrepetibles.
Y es muy sencillo, sólo con respirar ya podemos calmarnos y empezar a sentir. A través de la respiración llega la claridad, la energía vital, la firmeza, el equilibrio, te da la paz, y sólo en este estado es cuando nos damos cuenta, cuando intuimos, cuando sentimos, cuando vivimos.
Y es así, lo he comprobado muchas veces, en distintos momentos y lugares. Lo más grande está en nosotros, no es necesario recorrer países lejanos para encontrar.
El Amor Supremo, nos da la oportunidad a todos, a Todos, de Ser Felices, de brillar, de estar alegres, de aprender y sobre todo, nos ayuda a Despertar.
Ahora te invito a Sentir. A ser sincero con uno mismo y reconocer que podemos ser y estar mejor. Sólo al miramos sabemos que hay trabajo por realizar en nuestro interior, esconderlo o taparlo nos produce más dolor.
Ven, si así lo sientes, para que compruebes que estas palabras son reales. Te invitamos a que comas por ti, a no ser dependiente de nada ni nadie. Es la liberación para vivir desde el Alma, desde el Amor Incondicional.